Seguramente has escuchado la vitamina C listada como uno de los ingredientes más comunes en los productos más eficaces y con mejores resultados. No por algo es uno de los mejores componentes antiedad en el mercado.
Los expertos lo consideran la clave para una complexión suave y sin textura que debe formar parte de tu régimen de belleza, en especial si tu objetivo es mantener la juventud de tu rostro.
1. Promueve la producción de colágeno
El colágeno es responsable de la elasticidad y flexibilidad de la piel, lo que se traduce a un rostro más suave y terso sin líneas de expresión.
2. Reduce la inflamación y el acné
El uso adecuado de la Vitamina C puede inhibir la inflamación y sensibilidad de la piel, además gracias a sus propiedades exfoliantes controla los niveles de sebo y grasa en la piel que resultan en acné.
3. Mejora la pigmentación de la piel
Desaparece, con su correcto tratamiento las manchas de la piel existentes y previene los daños que los rayos UV puedan causar a la piel. Además interfiere con la producción de melanina que promueve la creación de futuras manchas oscuras.
4. Refuerza la barrera de la piel
Permite la absorción correcta de humedad en la piel creando una barrera más fuerte y evitando la perdida de agua transepidérmica, que es el proceso normal de evaporación de agua en la piel.
5. Agrega luminosidad a la piel
La misma propiedad exfoliante, remueve las células muertas remplazándolas por una textura luminosa y saludable que en ausencia puede hacerte ver cansado.
La vitamina C es una gran tendencia en los últimos descubrimientos del cuidado de la piel, sus efectos son visibles y rápidos por lo que son súper recomendables para cualquier persona que tenga como objetivo mejorar su apariencia.
Sin embargo, es un ingrediente potente que debe ser usado con cuidado y administrado en dosis correctas, antes de usarlo, infórmate sobre su uso o acude con un especialista, no olvides realizar una prueba de irritación en la palma de tu mano.