Hemos escuchado tantas veces la palabra “bienestar”, que creo que llega a confundirse su significado. La definición como tal: “Estado de satisfacción personal, o de comodidad que proporciona al individuo placer y tranquilidad en las diferentes áreas de su vida”, suena bien, pero podríamos profundizar un poco…
Siempre que reflexiono sobre estos temas, necesariamente llego al mismo punto de partida: EQUILIBRIO.
Me voy a explicar… para mí, la sensación de bienestar implica, antes que nada, sentirme bien de salud. Es decir, que no me duela la cabeza, ni alguna parte del cuerpo, tener la suficiente energía para llevar a cabo todas mis actividades, tener claridad mental, sentir mi cuerpo ágil y fuerte, estar en mi peso ideal, tener buena digestión, tener la capacidad de dormir bien con un sueño reparador y profundo, tener buenos signos de salud en la piel, uñas y el pelo, etc.
Así mismo, la sensación de bienestar incluiría sentirme en paz, tranquila, auto observándome continuamente, sin reaccionar; pero eligiendo en todo momento como quiero responder a las cosas que me pasan, dándome cuenta si tengo alguna herida que sanar y que lo que veo en los demás, es solo el reflejo de lo que yo llevo adentro.
Y de pronto, pareciera que alcanzar ese estado de bienestar es solo el privilegio de algunos cuantos, de personas que tienen buena genética, que nacieron en familias privilegiadas, sin problemas. Y si bien, algunas condiciones pueden ayudar, considero que estar bien es un privilegio de todos, siempre y cuando estemos dispuestos a hacer bien lo que estas personas afortunadas hacen bien.
Entonces, mi recomendación es, tomar de una vez por todas, la responsabilidad de nuestra vida, entender que si tenemos la capacidad de incluso, modificar nuestra genética, si elegimos llevar un buen estilo de vida, que nos asuma como seres integrales.
El primer paso siempre será adquirir buenos hábitos de alimentación, elegir un régimen en el que los vegetales y las frutas sean nuestra principal fuente de carbohidratos, consumir proteína de origen animal baja en grasa y elegir grasas monoinsaturadas como el aceite de oliva y el aguacate.
Hacer ejercicio regular es fundamental para mantenernos sanos y fuertes; consumir Omega 3 y antioxidantes como Vitamina E, C y antioxidantes de membrana, son un seguro de salud muy importante también.
Y por último, llevar a cabo cualquier practica que nos permita recordar quienes somos, que nos deje sentirnos en paz, y que nos haga conscientes que dentro de nosotros ya está todo lo que necesitamos para tener una vida plenamente sana y feliz.