Me gustaba creer que el amor era suficiente para lograrlo todo, que si había amor en la pareja ésta se sostendría más allá de los destinos imperantes y más allá de los conflictos y turbulencias que se podrían presentar.
Me gustaba creer que con la bendición de Dios y de nuestros padres en el altar realmente se empezaba una nueva vida y que todo lo anterior quedaba atrás…
Y así como yo, sé que muchas chicas en ese momento no tenían ni la más pequeña idea de la implicación de las lealtades familiares al formar una relación de pareja, ni de cuánto pesan en nuestro interior los eventos, situaciones, creencias, emociones y circunstancias que se han vivido en nuestra familia.
Creo que deberíamos de ser conscientes de esto, para no ir en automático repitiendo patrones, cargando situaciones que no son nuestras o llevando a la pareja asuntos inconclusos de nuestros padres o con relaciones anteriores.
Muchas veces las personas que se unen no pueden dejar de priorizar el vínculo con los padres, o bien, en ocasiones repetimos los destinos y dinámicas de nuestros ancestros ya sean padres o abuelos y lo hacemos sin cuestionarnos si es adonde deseamos ir.
Por ejemplo, parejas que se aman y tienen un vínculo fuerte, pero algo no permite que fluya la relación. Permanecen enojados, discutiendo o alguno de los dos vive alguna adicción, sin poder estar presente y comprometido en la relación, sin entender lo que sucede.
En sí no hay personas buenas o malas, hay relaciones que nos llevan al buen amor y hay algunas que nos llevan al mal amor. Convendría que se sentarán y escribieran un poco la manera de relacionarse de sus padres y sus abuelos. Las emociones que sabes que sintieron y las que percibiste también. Si tú madre o abuela jamás habló de cómo se sentía, pero tú percibiste que estaba triste, cansada o frustrada escríbelo también. Hazlo relajada y sin estrés. Es solo una guía. ¡No te predispongas!
Esta guía podrá ayudarte a no ir en automático. De verdad, cuando menos lo imaginas ya estás repitiendo un patrón, haciendo algo que juzgaste o juraste no hacer, sintiéndote y viviendo como lo hicieron tus padres o ancestros. ¡Así que es mejor tenerlo presente pues cuando algo se hace consciente pierde fuerza!
Con esta guía podrás revisar cuando estés repitiendo algún patrón y a tiempo hacer algo para cambiar de rumbo y tomar acción. Quizá pedir ayuda y sobre todo ver con amor cómo desde nuestra inocencia repetimos esos patrones sin saberlo. Así que esto te ayudará a reconocer más fácilmente si no estás caminando hacia el buen amor.
Y por cierto entonces, si no son fuegos artificiales y decenas de chispitas ¿Qué es el buen amor? Es aquel que te orienta a la vida, a lo que te nutre, al crecimiento personal, al bienestar, a la realización. En el buen amor puede ser tú, quien realmente eres. Se orienta al presente y tiene fuerza para sostenerse, cambia, evoluciona, pero permanece.
¡Ten claro que puedes ir hacia un lugar totalmente nuevo y diferente al que eligieron tus ancestros! ¡Toma su bendición y pide en tu corazón el permiso para crear lo que realmente deseas en tu unión!