Todos nosotros tenemos recuerdos de nuestra infancia jugando. Muchas veces con amigos, otras veces con nuestros papás o hermanos y algunas otras ocasiones jugando con nosotros mismos y disfrutando el momento. Estas memorias nos traen mucha alegría, porque nos recuerdan cosas que nos hacían sentir tan bien, sin pensar en los problemas o en lo que había que hacer después.
Para nuestros hijos, también es un placer pasar la mayor parte del día jugando, divirtiéndose y entreteniéndose. Además de que aprenden, el jugar brinda muchos beneficios y ventajas mentales, físicos y sociales, manteniendo activo el cerebro y cuerpo de cada uno de ellos.
En mi día a día trato de tener tiempos de juego con mis hijos de 4 y 2 años, pero también darles la oportunidad de tener juego independiente para que descubran nuevos juegos y no dependan de mí todo el tiempo.
El Juego Independiente Consta de permitir a tu hijo jugar por sí mismo en un tiempo determinado del día. Este tipo de práctica le permite pensar, explorar y crear por sí mismo y crear nuevas alternativas de juego.
Cuando un niño juega solo, aprende a regular sus emociones, pensar por sí mismo, crea nuevas ideas y también aprende a concentrarse. A través del juego independiente se desarrolla la percepción, el pensamiento, la imaginación y creatividad, nuestros hijos aprenden nuevas formas de resolver problemas, desarrollan actitudes, mejora su autoestima, autoconcepto y autovaloración.
Es probable que, si tus hijos no tienen el hábito del juego independiente, les tome varios días o semanas para poder hacerlo de una manera natural sin tener que depender de ti, pero verás cómo lo van disfrutando, además de que el juego independiente tiene grandes beneficios:
Promueve la creatividad e imaginación Les ayuda a saber cómo resolver problemas y a crear nuevas formas de aprendizaje esenciales para su desarrollo.
Liberan endorfinas y serotonina Estas se encargan de reducir la tensión neuronal que le transmite a tu hijo calma y felicidad. Además, estas sustancias se encargan de equilibrar y regular el estado de ánimo.
Aprenden a divertirse Una vía segura y sencilla para cuando nuestros hijos “están aburridos”, el juego independiente libera la imaginación y los obliga a divertirse creando algo nuevo.
Quizás al principio te tome algunos días en jugar con él unos minutos y después dejar que comience a jugar solo, pero estoy segura que si les damos a nuestros hijos las herramientas para practicarlo de una manera segura y constante podemos lograr un hábito divertido y de aprendizaje que construirá memorias significativas de su infancia.