Después de que el nuevo brote de coronavirus golpeó al país, más del 90 por ciento de las clínicas dentales cerraron y cancelaron procedimientos no urgentes como limpiezas de dientes. El objetivo: ayudar a reducir la propagación de COVID-19.
Durante semanas, muchos dentistas solo han podido ver pacientes en caso de emergencias, lo que causó que muchas personas se atrasen en las citas dentales de rutina.
La limpieza de dientes suele ser un proceso bastante complicado, no importa con qué frecuencia su higienista dental se limpie amablemente la cara. Esos instrumentos de alta velocidad que usan los dentistas para cada limpieza dental tienden a rociar grandes gotas de agua, saliva, sangre, microorganismos y partículas de alimentos de la boca al aire. Este proceso podría producir un aerosol o neblina, y propagar el virus si el paciente está infectado.
Las partículas virales también podrían permanecer en las superficies o en el aire después de la consulta. Se necesita más investigación sobre si se puede atrapar COVID-19 flotando a través de las ondas en el aire, pero un estudio reciente en el New England Journal of Medicine mostró que las partículas virales pueden sobrevivir durante tres horas en forma de aerosol. Dado que la mayoría de los dentistas no tienen salas de aislamiento de infecciones en el aire o salas de un solo paciente, eso hace que un consultorio dental sea un área de alto riesgo.
Sin embargo, si está atrasado para una cita con el dentista y lo pospone por más tiempo, puede enfrentarse a un problema más grande y la necesidad de un tratamiento mas costoso.
Por otro lado, si se encuentra en una comunidad donde ha habido un aumento reciente en los casos de COVID-19, retrasar una limpieza de rutina o un procedimiento electivo probablemente sea una elección prudente. En este caso, estaría protegiéndose y haciendo su parte para practicar el distanciamiento social, la herramienta más efectiva que tenemos para retrasar la propagación del virus.
En resumen, si se dirige o no a una limpieza dental depende de sus necesidades de salud individuales. Si no está seguro de qué hacer, tiene un historial de problemas dentales o, por lo general, necesita limpiezas de rutina debido a una afección de salud como enfermedad de las encías o del corazón, llame a su dentista para determinar la mejor decisión para usted. Así como también preguntar con su dentista los protocolos y medidas de sanidad que están siguiendo para su tranquilidad y seguridad.