La llegada de un bebé es una bendición y una gran responsabilidad. Es la oportunidad que nos brinda la vida de acompañar a nuestro ser más amado en el camino del desarrollo; de compartir con él las risas, alegrías y satisfacciones que nos producen sus pequeños y grandes cambios. No que- remos perder detalle, ni cometer errores, queremos hacerlo todo bien para ser los mejores papás.
Es tanta la ilusión que nos produce la llegada de un bebé, que meses antes ya hemos pensado en la decoración de su habitación, quizá ya hayamos elegido los muebles y seguramente hemos recibido muchos regalos (ropa, zapatitos, cobijas, juguetes…) que tendremos que acomodar en ese espacio para lograr que sea ordenado, cómodo y acogedor.
Hoy quiero compartir contigo algunos consejos que te ayudarán a convertir el cuarto de tu bebé en un lugar de paz y funcionalidad, donde la calma y la serenidad convivan con la organización.
1. Colores suaves para el descanso y la armonía Elegir colores suaves para las paredes y los muebles contribuye a crear un ambiente de relajación y calma que será muy necesario en esta primera etapa. Te sugiero tonos pastel: rosa, beige, celeste, turquesa o amarillo- azules, verdes y violetas con matices tenues.
2. Contrastes de color y de textura en los elementos móviles Los bebés crecen rápidamente y muy pronto llegará la etapa en la que desearás introducir algunos cambios más acordes con sus nuevas habilidades y aprendizajes. Prueba cambiar las cobijas, los cojines y los cuadros para conseguir notas de contraste sin realizar una gran inversión. Un pequeño detalle (como una lámpara, un móvil o un peluche) puede hacer la diferencia en ese espacio tan especial de la casa.
3. Muebles y módulos para la organización El orden, la limpieza y la comodidad deben ser protagonistas en el cuarto del bebé. Lo necesitamos todo cerca. La improvisación es un lujo que no nos podemos permitir. Todo tiene que ayudar a la calma y la serenidad; nada debe distraernos de lo más importante: disfrutar de nuestro bebé y transmitirle la seguridad que necesita.
Los muebles son importantes para lograr el orden deseado, pero es fundamental saber cuáles elegir y cómo distribuirlos. No llenes la habitación de tu bebé ya que sólo necesitarás dos piezas esenciales: la cuna y el cambiador.
El cambiador lo utilizarás constantemente durante sus primeros meses de vida, por lo que debe estar muy bien organizado. Te sugiero colocarlo sobre un mueble con cajones que te permita tener a la mano los productos de mayor uso. No olvides guardar en los cajones superiores bodies, pijamas, toallas y todo aquello que utilizas con frecuencia.
Una canasta junto al cambiador, o una pequeña cajonera con ruedas que te pemitan moverla fácilmente, es tu mejor “ayudante” para tener cerca los poductos de higiene: cremas y aceites, pañales, toallitas húmedas…
“¿Pero cómo organizo la ropa de mi bebé? ¡Necesito tenerlo todo a la mano!”
Lo sé. Sé lo importante que es no demorar en vestir al bebé después del baño, en cada cambio de pañal o para cada salida o paseo, ¡Sobre todo si tienes que ocuparte de otros niños y niñas y de ti misma!
Éstos son mis consejos para que organices la ropa de tu bebé de manera fácil, rápida y funcional:
1.Clasifica por tallas, colores, temporadas o tipo de tejido, y ten cerca del cambiador las prendas más adecuadas para cada etapa.
Al clasificar por tallas debes ordenar desde la “primera puesta”
(entre 0 y 3 meses) hasta las etapas sucesivas (3 a 6 meses, 6
a 9, 9 a 12…). Así podrás valorar qué ropas debes desechar al
terminar el ciclo del primer año.
Si clasificas por temporada podrás saber de qué dispones
para días de frío y de calor, y sin duda aprovecharás mejor
toda la ropa.
2.Guarda en los cajones superiores, o en las zonas más accesibles del mueble que hayas elegido, la ropa que uses con mayor frecuencia. Puedes ayudarte de contenedores de plástico o de canastas de mimbre.
Si doblas la ropa en vertical podrás detectar a simple vista toda su ropa y sacar lo que requieras sin desordenar el resto.
Utiliza separadores de cajones, o contenedores de plástico dentro del cajón, para clasificar mejor las prendas y no mezclar las que pertenecen a distintas categorías (por ejemplo, camisetas, bodies, calcetines y pijamas).
La ropa que requiere cuidados especiales debe ir colgada para que no pierda su forma. Elige los ganchos adecuados para prendas delicadas y de mayor grosor.
Los separadores te ayudarán a clasificar la ropa colgada. Utiliza etiquetas que te permitan ordenar por meses (o incluso por uso: eventos especiales, salidas al parque) y podrás encontrar rápidamente la prenda que necesitas en cada momento.
3. Elimina las prendas que no vayas a utilizar. Durante los primeros meses te regalarán mucha ropa para el bebé. Es probable que algunas prendas le queden pequeñas sin haberlas estrenado, o que desees estrenarlas todas y decidas descartar algunas después de pocos usos. Piensa que puedes donarlas a quien las necesita, regalarlas a los bebés de tus amigas o familiares, o guardarlas para tus próximos bebés. En cualquier caso, es importante que las conserves en buen estado, y para ello puedes almacenarlas en cajas o contenedores cerrados adecuadamente etiquetados.
Espero que mis tips te ayuden a definir tus espacios y la manera en que deseas organizarlos. Pero recuerda que la creatividad no tiene límites, y tú eres quien decide cómo quieres lograrlo.