Por qué no debemos tener sobrepeso, más allá de la estética
Por: Q. María G. Domenzain
Durante la pandemia, se consideró al sobrepeso y la obesidad como uno de los principales factores de riesgo, en este artículo analizaremos que hay de fondo en este tema.
Hemos hablado antes cómo la inflamación de nuestras células es el origen de prácticamente todas las enfermedades que conoce la ciencia médica. Es decir, primero se genera la inflamación y después producimos cualquier tipo de cáncer, o nos da un infarto, o desarrollamos artritis, esclerosis múltiple, fibromialgia, etc.
Por lo general se ha considerado a las células grasas como simples sitios inertes de almacenamiento de grasa corporal. Sin embargo, se cuenta con suficientes estudios que muestran que estas células no son tan inocentes como parecen, de hecho, son poderosas generadoras de inflamación silenciosa.
Podríamos entender este concepto como el punto de enlace entre la obesidad y la mayor propensión a desarrollar un gran número de enfermedades. Todas las células grasas, especialmente aquellas situadas en la región abdominal, tienden a secuestrar al ácido araquidónico, el cual como recordarán es un ácido graso que determina la producción de eicosanoides proinflamatorios.
Esto ocurre como medida de protección para evitar que se alcancen altos niveles de ácido araquidónico en otras células. Sin embargo, cuando las concentraciones en el adipocito son altas, eventualmente comienza la producción local de eicosanoides proinflamatorios.
La producción de estos eicosanoides a su vez, favorece la formación de citosinas aún más inflamatorias en las células grasas, como la interleucina -6 y el factor de necrosis tumoral alfa.
A diferencia de los eicosanoides proinflamatorios que no pueden entrar en el torrente sanguíneo, las citosinas inducidas por ellos abandonan las células grasas y circulan en la sangre, provocando una cascada de respuestas inflamatorias a través de tu cuerpo, ¿Les suena conocido el término de “Tormenta de citoquinas” por COVID 19?
La conclusión es simple, mientras más grasa tengas almacenada en tu organismo, mayor inflamación estás generando, por esta razón es que cuando perdemos el exceso de grasa, también se reducen muchas de las molestias y síntomas que probaban que la inflamación ya era evidente.
Entonces, adoptar un nuevo estilo de vida que nos ayude a perder el exceso de grasa corporal, desde luego nos traerá muchos beneficios como el sentirnos más ligeros, movernos sin dificultad, no sentir que el aire es insuficiente, evitar la fatiga, reducir los dolores en articulaciones, reducir los desórdenes gástricos, controlar la presión arterial, etc.; sino que permitirá que nuestro organismo trabaje de manera mucho más eficiente.
Como conclusión, pienso que además de sufrir el sobrepeso que tanta frustración genera, estar mucho más vulnerables a sufrir enfermedades parece ser muy injusto. Mejor le ponemos remedio y logramos vernos mucho mejor al mismo tiempo que aseguramos una buena calidad de vida a corto y a largo plazo.