Antes de terminar el 2020, estaba por empezar una meditación guiada en la que participan Oprah y Deepak Chopra, en ella describen las relaciones como un baile, en el cual las parejas deben de comunicarse y si una persona da un paso para atrás la otra debe hacerlo también para que se mantengan en balance y viceversa, de esta manera evitarán tropezar, ya que si esto pasa, la pareja suele rodearse de confusión al no saber qué es lo que el otro quiere, o pueden llegar a culparse de estar llevando otra coreografía (comunicándose no efectivamente).
Así como lo describen en esta meditación, siempre he considerado que uno de los mayores pilares de toda relación es la comunicación.
Comunicarnos nos permite conectar con los demás, pero a menudo nuestras relaciones íntimas son donde esperamos encontrar la mayor conexión. Cuando no lo hacemos, nos sentimos aislados e incomprendidos. Dejamos que estas emociones negativas conduzcan a discusiones o, peor aún, dejamos de comunicarnos.
Tener fallas en la comunicación puede pasar en cualquier relación, ya sea con tus amigos, pareja o hijos, cuando esto sucede, llegamos a pasar mucho tiempo preguntándonos en qué fallamos, victimizándonos o culpando a los demás Preguntarle a tu pareja cómo le fue su día es agradable, pero si quieres una relación extraordinaria, debes profundizar más.
Aprender a comunicarse en una relación se trata de satisfacer las necesidades de los involucrados. Para mejorar la comunicación en tu relación, debes descubrir cómo escuchar, no cómo hablar, y la mejor manera de sintonizar con los demás es preguntándole a la persona “¿qué es lo que realmente quieres/necesitas?” (No asumir).
Considero que expresar un “yo te escucho” es uno de los principales compromisos para toda relación, porque al mismo tiempo que quieres entender y encontrar una solución, haces sentir valorado a los involucrados (heart to heart connections).
Volviendo a la analogía del baile, recordemos que no somos perfectos, por lo tanto no pueden existir relaciones que lo sean, no pasa nada si de vez en cuando tropezamos, al final las relaciones se vuelven más fuertes cuando nos levantamos y lo superamos.
Siempre habrá momentos de fallas en la comunicación, desacuerdos, discusiones y desconexiones. Pero si ofrecemos un “yo te escucho” sin duda podremos construir relaciones más fuertes y estables.
El objetivo – al menos el mío en una relación- es “bailar” en una relación en la cual haya confianza, paz y sanción después de una desconexión.