Claudia Salmón comparte con nosotros el amor que Sofí ha traído a su vida y a la de toda su familia. Para Claudia, cada hijo o hija representa una fuente de aprendizaje para los padres, quienes reconocen el valor y la importancia de la vida. Sofía no es una excepción; ella ama porque ha sido amada y respeta porque ha sido respetada. Según Claudia, Sofí es una niña sumamente auténtica que refl eja en su día a día lo que vive con su familia. En la familia Arguijo Salmón, el aprendizaje es recíproco: Sofí aprende de sus padres y hermanos, y ellos también aprenden de ella.
Como madre de Sofí, Claudia enfrentó grandes desafíos debido a la desinformación en torno al Síndrome de Down. Aunque hoy en día hay más información disponible, ella observa una falta de interés por parte de la gente en educarse y prepararse al respecto. Además, nos comparte que existen numerosos mitos en relación con esta condición. Como madre, ha aconsejado siempre a Sofí que no se sienta mal por los comentarios o miradas de los demás, sino que entienda que la diversidad es normal y que cada individuo es único.
Claudia nos insta a dejar de considerar lo extraordinario
como algo anormal, ya que la normalidad es relativa y todos los seres humanos
tenemos nuestras propias áreas de fortaleza y debilidad. Para Claudia, todos
somos regulares en nuestra singularidad, y es natural que cada uno tenga
aspectos en los que necesite trabajar más.
Sofí, una joven de 23 años, es extrovertida y posee
múltiples inquietudes, como la mayoría de los jóvenes que persiguen sus sueños.
Graduada en la licenciatura en artes y moda, cuenta con una sólida formación y
ha participado en exposiciones de pintura. Siempre muestra disposición para dar
lo mejor de sí misma y se destaca por su generosidad. Disfruta pintar en el
jardín mientras observa la naturaleza, lo cual la inspira en su amor por el
arte. Entre las técnicas que más disfruta se encuentran trabajar con acuarelas
y acrílico. El arte y la moda son sus mayores pasiones.