En esta edición, celebramos el talento y la determinación de Arantza Jáuregui, una joven emprendedora que ha encontrado en el campo su propósito y en la sustentabilidad, su camino. Fundadora de AiHuevos, una marca de huevo libre de jaula y cruelty free, Arantza transforma cada día su amor por la naturaleza en un producto ético, fresco y lleno de significado. Inspirada por su familia, nos comparte su historia de crecimiento, constancia y conexión profunda con la tierra.
La historia de AiHuevos nace de un compromiso genuino con la alimentación natural y el amor por el campo. Arantza, proveniente de una familia campesina donde el respeto por la tierra y los alimentos ha sido una constante, creció consumiendo huevos de gallinas criadas en casa, libres de jaulas y de manera sustentable.
Desde pequeña, su entorno estuvo marcado por el ejemplo de su padre, agricultor de profesión y fuente de inspiración para mantener siempre un lazo con la vida rural. Pasó fines de semana enteros en el campo, desarrollando un profundo cariño y respeto por la naturaleza. Con el tiempo, ese afecto se transformó en un propósito de vida: trabajar en algo que no solo fuera rentable, sino también honesto, limpio y conectado con sus valores.
El proyecto comenzó de manera sencilla. Su papá criaba algunas gallinas para el consumo familiar. Pronto, tías, vecinas y conocidos comenzaron a pedir huevos también. Fue entonces cuando ella decidió involucrarse de lleno, compró sus primeras 20 gallinas y se enamoró del proceso. Su madre fue clave en esta etapa inicial, promoviendo el producto entre amigas y ayudándola a repartir, cuando aún no podía conducir.
Así nació AiHuevos, un emprendimiento que ha ido creciendo paso a paso, impulsado por la pasión, la constancia y el trabajo en equipo. Arantza ha aprendido de forma autodidacta y práctica: asistiendo a platicas, convenciones, investigando, preguntando y, sobre todo, enfrentando los retos del día a día con entrega y curiosidad.
AiHuevos es hoy una realidad gracias al esfuerzo conjunto: su equipo, que cuida con esmero a las gallinas y selecciona cada huevo con atención; sus clientes fieles, que han recomendado y confiado en la marca desde el inicio, su novio, que la acompaña a la granja cada domingo; y, por supuesto, su familia, que ha sido pilar fundamental en cada etapa.
Aunque el proyecto continúa siendo un emprendimiento pequeño, su impacto es cada vez mayor. Apostar por el libre pastoreo y las prácticas sustentables dentro de una industria tan tradicional ha sido un desafío, pero también una elección firme basada en la ética y el respeto animal.
Cada día implica un nuevo aprendizaje, cuidar a seres vivos exige compromiso, y llevar las riendas de un negocio implica adaptabilidad y visión. La fundadora ha aprendido a valorar los pequeños logros, a no compararse con otros procesos y a confiar en la evolución natural del proyecto.
Hoy, AiHuevos se encuentra en una etapa de consolidación. Lo que empezó como un hobby se ha transformado en un proyecto de tiempo completo, con presencia en diversos puntos de venta en la región, como HEB, Alsuper Plus, Mr. Sabor, Abastos Super, Super Chiquis, Villa de Patos, One Stop, Todito Express, Punto Market, Minimarket Abasolo, Super 5 y 5, Chicken Depot, entre otros.
A futuro, la visión es clara: seguir ofreciendo un producto limpio, ético y de la más alta calidad; continuar innovando en procesos sostenibles; y generar más empleo, contribuyendo activamente a la comunidad.
Que quien consuma AiHuevos pueda notar la diferencia, no solo en sabor, sino en valores. AiHuevos sigue creciendo, con los pies en la tierra, el corazón en el campo y muchas ideas en el horizonte.